¿Cómo los criterios ESG han sobrevivido a la pandemia y qué hemos aprendido?

Evitar la reducción de los recursos naturales de manera eficiente. Eso es la sostenibilidad, ¿verdad? Es seguro que eso es lo que piensa la mayoría de la gente. Por lo tanto, es comprensible que las organizaciones se inclinan de forma natural por tener más iniciativas orientadas al medio ambiente cuando hablan de sostenibilidad. Sin embargo, eso sólo se refiere a la E de ESG - environmental, social, and governance - los tres pilares clave de la "sostenibilidad".

El concepto de ESG surgió del informe de las Naciones Unidas de 2004, Who Cares Wins. Este informe estableció a ESG como el área de atención necesaria para garantizar unos mercados de inversión más fuertes y el desarrollo sustentable de la sociedad.

Desde entonces, hemos visto que cada vez más grupos de interés ( inversionistas, clientes, empleados, etc.) se preguntan sobre ESG y cómo impulsarlo dentro de sus organizaciones. Estos grupos también buscan hacer más negocios con otras organizaciones que tienen programas ESG fuertes y transparentes.

Y aunque algunos utilicen los términos sustentabilidad y ESG indistintamente, cada área se distingue por sí misma:

• Medio ambiente: la energía que consume tu empresa y los residuos que vierte, los recursos que necesita y las consecuencias que tiene para los seres vivos.*
• Social: Las relaciones que mantiene tu empresa y la reputación que fomenta con las personas e instituciones de las comunidades en las que opera.* Un componente principal de las iniciativas sociales es el apoyo a los empleados y la creación de sólidas iniciativas de Diversidad, Equidad e Inclusión (DEI).
• Gobernanza: Sistema interno de prácticas, controles y procedimientos que tu empresa adopta para autorregularse, tomar decisiones eficaces, cumplir la ley y satisfacer las necesidades de las partes interesadas externas.*

Desde la disposición de los dispositivos electrónicos hasta el papel que se recicla, e incluso la energía que consumen tus centros de datos, hay un componente ESG que hay que tener en cuenta.

Y cuando ESG está arraigada en tus procesos de trabajo cotidianos, se convierte en un motor fundamental de la resiliencia de tu organización.

Cómo la pandemia reforzó las iniciativas lideradas por la ESG

Las organizaciones son conscientes de la importancia de la sustentabilidad desde hace años. De hecho, casi la mitad de los encuestados en nuestro estudio de Economist Impact indicaron que habían puesto en marcha iniciativas de ESG antes de la pandemia. Pero algo sucedió en el transcurso de la pandemia que intensificó los esfuerzos globales, siendo ahora la sustentabilidad una de las cinco principales prioridades para las organizaciones.

Con más personas trabajando a distancia, el mercado de suministros está pasando por una gran prueba de estrés y el bienestar de los empleados está en la mira, las organizaciones han reconsiderado sus esfuerzos en materia de ESG.

Por ejemplo, mientras que el 44% de las organizaciones daba prioridad al personal y los recursos dedicados a la sustentabilidad para fomentar la resiliencia hace apenas unos años, esa cifra aumentó a casi el 78% desde la pandemia. Gracias a este aumento del personal de sustentabilidad, las iniciativas dirigidas por ESG pueden lograrse a una escala mayor y más rápida. Y, como resultado, el 67% de las organizaciones creen que están por delante de sus pares en el progreso hacia sus objetivos y compromisos ESG.

Cómo la pandemia puso de manifiesto la capacidad de recuperación (o la falta de ella) de ESG

El desarrollo de la capacidad de recuperación de las organizaciones es complejo en el mejor de los casos. Hasta que las organizaciones no son llevadas al límite, no hay una forma clara de saber hasta qué punto son resistentes. Tampoco hay un factor de motivación para poner a prueba los límites.

Cuando llegó la pandemia, las organizaciones tuvieron que encontrar la manera de continuar con sus operaciones comerciales bajo presión. Y no estaban solas: el mundo entero estaba pasando por lo mismo al mismo tiempo. Sin embargo, las que contaban con iniciativas ESG ya en marcha tenían una capa de protección.

Las organizaciones descubrieron que debían prestar más atención a estas áreas para reforzar sus esfuerzos en materia de ESG (y resiliencia):

• Visibilidad de la cadena de suministro
• Evaluación y conocimiento del cambio climático
• Compromiso y flexibilidad de los empleados
• Hacer de las iniciativas de sustentabilidad un reto de equipo